Visa de Inversionista

Si estás pensando en invertir en Italia, entérate como obtener de manera rápida y segura una Visa de Inversionista.

En diciembre de 2016, el gobierno italiano introdujo un nuevo programa para obtener un Permiso de Residencia para invertir en la economía del país.

Los ciudadanos extranjeros tienen varias opciones de inversión para obtener una Visa de Inversionista:
  • de 500 mil € a “empresa de vanguardia” local;
  • de € 1 millón al capital autorizado de empresas italianas o proyectos socialmente significativos;
  • de € 2 millones a bonos del Gobierno Italiano
Los fondos invertidos en la economía del país deben tener el origen legal exclusivo, su presencia y origen deben ser confirmados.
Dentro de 8 días desde el momento de cruzar la frontera italiana con una Visa recién emitido, el solicitante debe solicitar un Permiso de Residencia válido por 2 años, el documento emitido se llama Permesso di soggiorno “per investitori”. Si se cumplen todos los requisitos de la factura, el Permiso de Residencia se puede extender por otros 3 años. La tercera vez para la extensión, cuando el total es de 5 años de residencia en el país, el inversor tiene derecho a presentar una Solicitud de Residencia Permanente (Estado de Residencia Permanente). Después de 10 años de residencia permanente en el país, el inversor tiene derecho a solicitar la ciudadanía.
Los familiares cercanos del solicitante principal también pueden recibir una Visa de Acompañamiento sin dificultad y sin inversión en su nombre.
Si el solicitante no planea convertirse en residente fiscal en Italia, sus ingresos italianos se gravarán de acuerdo con las reglas establecidas: del 23 al 43%, dependiendo de la cantidad de ingresos recibidos.

Si el solicitante planea ser un residente fiscal en Italia, debe pagar impuestos en Italia sobre el ingreso global. El impuesto sobre la renta se calcula en una escala progresiva al 43% (más los impuestos regionales y municipales de aproximadamente el 1-2%). Algunas partidas de ingresos (incluida la mayoría de los ingresos financieros) están sujetas a un impuesto fijo del 26% (en algunos casos, el 12,5%).

Las personas no residentes que deseen transferir su residencia fiscal a Italia pueden calificar para un régimen fiscal especial que establece una exención total de los ingresos extranjeros. Bajo este régimen, los contribuyentes deben pagar un impuesto anual de € 100,000 para el solicitante principal y € 25,000 para cada miembro de la familia, incluidos los niños. No se requieren impuestos adicionales si los ingresos extranjeros se transfieren a Italia.

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